lunes, 15 de noviembre de 2010

Una humilde reflexión personal....

Este instante forma parte de uno de esos momentos en los que te paras a reflexionar sobre al antes, el ahora y el qué será. Te dejas llevar por la música y solo hay un culpable, el puñetero devenir , que está ahí para recordarnos que no somos nadie y que no tenemos potestad para nada que no sea asumir la pasividad de la que por naturaleza somos victimas.
Te dis`pones a captar el momento, las emociones y los sentimientos y dejas libre curso a las palabras casi sin concesiones, emanan en medio de una abstracción que no sabe de direcciones y pesa más la reflexión , los recuerdos y el sentir ya pasado que viajan a lomos de una desbocada fugacidad.
Es curioso pensar que haya para quien la vida pasa lenta, porque el simple hecho de llevar a la mente un grato recuerdo irremediablemente nos certifica que ya ha pasado, que se fue... por eso en muchos casos resulta más gratificante preparar,programar, proyectar algo que se espera grato que el mismo momento de vivirlo y disfrutarlo una vez encajadas todas las piezas que lo hacen posible, porque cada segundo que pasa es uno menos que solo podrás retener en el recuerdo. En que reside la calidad de cada momento que nos toca vivir??, la respuesta se antoja inmediata y a la vez sencilla, es la intensidad... pero esto conlleva cierta ambigüedad, a caso no es cierto que cuanto más intenso es un momento mayor es la mella que se tatúa en nuestro sentir??, y por tanto se hace evidente que el tiempo viaja incesante a la cabeza de nustras vivencias dejando únicamente como rastro ese preciado tesoro que es el recuerdo aderezado con la añoranza de los buenos momentos ya vividos.











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